miércoles, 19 de enero de 2011

la pesadilla, J. L. Borges

Referiré un recuerdo personal. Un sobrino mío, tendría cinco o seis años entonces —mis fechas son bastante falibles—, me contaba sus sueños cada mañana. Recuerdo que una mañana (él estaba sentado en el suelo) le pregunté qué había soñado. Dócilmente, sabiendo que yo tenía ese hobby, me dijo: “Anoche soñé que estaba perdido en el bosque, tenía miedo, pero llegué a un claro y había una casa blanca, de madera, con una escalera que daba toda la vuelta y con escalones como un corredor y además una puerta, por esa puerta saliste vos”. Se interrumpió bruscamente y agregó: “Decime, ¿qué estabas haciendo en esa casita?”

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Italo - ciudades invisibles

Polo- El infirno de los vivos no es algo que será; hay uno, es aquel que existe ya aquí, el infierno que habitamos todos los días, que formamos estando juntos. Dos maneras hay de no sufrirlo. La primera es fácil para muchos: aceptar el infierno y volverse parte de él hasta el punto de no verlo más. La segunda es peligrosa y exige atención y aprendizaje continuos: buscar y saber reconocer quién y qué, en medio del infierno, no es infierno, y hacerlo dudar, y darle espacio.

miércoles, 20 de octubre de 2010

Ovidio

Ellas compensan con los refinamientos la injuria de los años y ponen interés en no parecer viejas; a voluntad tuya te afrecerán el placer en mil maneras. En ninguna colección de cuadros voluptuosos se encuentran tan diferentes poses. Con ellas se siente el placer sin necesidad de provovarlo. Es conveniente que la mujer y el hombre sientan el placer en la misma medida. Odio el concúbito en el que el goce no es recíproco. Odio la entrega obligada por la necesidad y que permanece fría pensando en el dinero. Tampoco me satisface el placer que se da por deber. Me agrada oír la voz de las que confiesan sus goses y me ruegan aminarar el placer o detenerlo. Me gusta ver que mi amada enajenada con los ojos entornados que desfallecida impidiéndome que las toque por más tiempo.

lunes, 8 de marzo de 2010

FELIZ DIA MUJERES!!!!!!!!!!!


En este día tan repetitivo, no voy a hacer como años anteriores, voy a ser los mas breve posible; se que no tendrá la hondura metafísica de los espejos de Borges, ni el despliegue de las obras de Göthe, pero tiene un velo de sentimiento humano.
Por eso hoy, el día que una sociedad altamente machista, se acuerda de esas mujeres que son madres, hermanas, esposas; pero que también son abogadas, arquitectas, antropólogas, maestras, profesoras y tantas otras profesiones; o solamente mujeres o futuras mujeres (por favor no malentiendan el “solamente”).
Esas mujeres que tuvieron la valentía, la bizarría de ponerse los pantalones y salir al mundo (que como ya dije, extremadamente machista) que les toco vivir, y no pararon de luchar, pero siempre sin dejar de ser mujeres (qué seria la vida de los hombres sin mujeres?)
Por eso hoy como todos los días, o cada tanto, regalémosle un día especial o simplemente una flor, a esas mujeres que nos dan tanta alegría. Que nos cambian el mal humor con una sonrisa o una simple mirada, o que nos ponen de mal humor con una palabra (jeje).
Las palabras son infinitamente escasas para expresar todos los sentimientos que albergo en el pecho. Por eso solamente puedo decirles FELIZ DIA MUJERES!!!!!!!!!!!!!!!!

sábado, 27 de junio de 2009

EL BuiTrE

Érase un buitre que me picoteaba los pies. Ya me había destrozado los zapatos y los calcetines, y ahora ya me picoteaba los pies. Siempre daba un picotazo, volaba en círculos inquietos alrededor y luego continuaba su obra. Llegó un señor, se quedó mirando un momento y me preguntó por qué aguantaba yo al buitre.

-Estoy desamparado -le dije-; llegó y comenzó a darme picotazos; yo traté de espantarlo y hasta pensé torcerle el pescuezo, pero estos animales son muy salvajes y quería írseme a la cara. Decidí sacrificar mis pies; ahora casi me los ha destrozado.
-No se deje sacrificar -dijo el señor-; basta un tiro y el buitre se terminó.
-¿Cree usted? -pregunté-, ¿quiere ayudarme en este trance?
-Con mucho gusto -dijo el señor-; sólo tengo ir a casa a buscar el revólver, ¿podrá usted aguantar media hora más?
-No lo sé -respondí, y por un momento quedé rígido de dolor; luego añadí-: por favor, inténtelo de todas maneras.
-Bien -respondió el señor-, voy a apurarme con mi revólver.


El buitre había escuchado con calma nuestro diálogo, mirándonos al señor y a mí. De repente me di cuenta que había entendido todo; voló un poco, retrocedió para darse el impulso necesario, y como un atleta que arroja la jabalina ensartó el pico en mi boca, hasta el fondo. Al irme de espaldas sentí como me liberaban; que en mi sangre, que llenaba todas las profundidades y que rebasaba todos los límites, el buitre, inexorablemente, se ahogaría.

domingo, 7 de junio de 2009

Instantes!!!!

Si pudiera vivir nuevamente mi vida.
En la próxima trataría de cometer más errores.
No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más.
Sería más tonto de lo que he sido, de hechotomaría muy pocas cosas con seriedad.
Sería menos higiénico.
Correría más riesgos, haría más viajes, contemplaríamás atardeceres,
subiría más montañas, nadaría más ríos.
Iría a más lugares adonde nunca he ido, comeríamás helados y menos habas,
tendría más problemasreales y menos imaginarios.
Yo fui una de esas personas que vivió sensata y prolíficamentecada minuto de su vida;
claro que tuve momentos de alegría.
Pero si pudiera volver atrás trataría de tenersolamente buenos momentos.
Por si no lo saben, de eso está hecha la vida, sólo de momentos;no te pierdas el ahora.
Yo era uno de esos que nunca iban a ninguna parte sin termómetro,
una bolsa de agua caliente, un paraguas y un paracaídas;
Si pudiera volver a vivir, viajaría más liviano.
Si pudiera volver a vivir comenzaría a andar descalzo a principiosde la primavera y
seguiría así hasta concluir el otoño.
Daría más vueltas en calesita, contemplaría más amaneceres y jugaría con más niños,
si tuviera otra vez la vida por delante.
Pero ya tengo 85 años y sé que me estoy muriendo.

miércoles, 20 de mayo de 2009

nuevo comienzo - Nietzsche (ˈniːtsʃə)

Este libro pertenece a los menos. Tal vez no viva todavía ninguno de ellos. Serán sin duda, los que comprendan mi Zaratustra: ¿cómo me será lícito confundirme a mí mismo con aquellos a quiénes ya hoy se les hace caso? - Tan sólo el pasado mañana me pertenece. Algunos nacen de manera póstuma.
Las condiciones en las que se me comprende, y luego se me comprende por necesidad, - yo las conozco muy exactamente. Hay que ser honesto hasta la dureza en cosas del espíritu incluso para soportar simplemente mi seriedad, mi pasión. Hay que estar entrenado en vivir sobre las montañas - en ver por debajo de sí la miserable charlatanería actual acerca de la política y del egoísmo de los pueblos. Hay que haberse vuelto indiferente, hay que no preguntar jamás si la verdad es útil, si se convierte en una fatalidad para alguien... Una predilección de la fuerza por problemas para los que hoy nadie tiene valor; el valor de lo prohibido; la predestinación al laberinto. Un experiencia hecha de siete soledades. Oídos nuevos para una música nueva. Ojos nuevos para lo más lejano. Una conciencia nueva para verdades que hasta ahora han permanecido mudas. Y la voluntad de economía de gran estilo: guardar junta la fuerza propia, el entusiasmo propio... El respeto a sí mismo; el amor a sí mismo; la libertad incondicional frente a sí mismo...
¡Pues bien! Sólo ésos son mis lectores, mis verdaderos lectores, mis lectores predestinados: ¿qué importa el resto? - El resto es simplemente la humanidad. - Hay que ser superior a la humanidad por fuerza, por altura de alma, - por desprecio...